Tras desestimar las medidas sanitarias básicas en la primera semana de noviembre, México enfrentará una cuarta ola de coronavirus.
La semana del 1º de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) denunció el “respeto nulo” que los mexicanos tuvieron a las medidas sanitarias durante las festividades de muertos. Festivales, eventos masivos, la Fórmula 1, ofrendas dispuestas en las vías públicas: el festejo de las tradiciones nacionales desestimó las precauciones a tal punto, que México enfrentará una cuarta ola de COVID-19.
De acuerdo con la institución, es “altamente probable” que en las próximas semanas aumenten el número de hospitalizaciones y contagios en el país. Aunque las jornadas de vacunación están avanzando, la población no debería de subestimar la severidad de esta nueva ola de contagios, advierte Forbes.
Al respecto, Cristian Morales, representante de la OPS en México dijo que “En noviembre y diciembre es altamente probable que haya una ola”. A pesar de que el semáforo epidemiológico actualmente se encuentra en verde —lo que permite que los comercios y eventos masivos admitan a más gente—, aún hay más de 20 mil casos activos registrados.
A la OPS le preocupa que, con esta laxitud de las medidas sanitarias, el invierno traiga nuevos retos sanitarios para todo el país. Aunque la infraestructura hospitalaria no está en su peor momento de ocupación, ciertamente resulta inquietante que México no pueda soportar una ola más de COVID-19. Si no aparece una nueva variante, enfatiza Morales, “la transmisión quedará más acotada en cantidad de enfermos y fallecidos “.
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